La infiltración de la Toxina Botulínica permite corregir temporalmente las arrugas de expresión facial. Este efecto se consigue porque relaja los músculos y evita que se contraigan, eliminando las arrugas o suavizándolas. El resultado es una piel lisa y una gran atenuación de las arrugas, especialmente en la mitad superior del rostro.
Las zonas de aplicación más habituales son la zona frontal, el entrecejo y las arrugas de expresión del canto externo.
Se puede aplicar sin necesidad de anestesia, no provoca ningún tipo de cicatriz. Puede aplicarse en cualquier época del año. No está contraindicado con la exposición al sol. Los resultados son inmediatos, apreciándose los mejores efectos entre el tercer y el quinto día, siendo definitivos 15 días después. Elimina las arrugas proporcionando un aspecto más relajado y juvenil a la expresión de la cara.
Depende de la cantidad y localización de la toxina infiltrada, en una primera aplicación el efecto puede mantenerse aproximadamente 5 – 6 meses, en posteriores aplicaciones el efecto se va manteniendo durante más tiempo por lo sólo se precisará infiltraciones de mantenimiento espaciadas.
La toxina botulínca se emplea para tratar otros problemas como la HIPERHIDROSIS (excesiva sudoración), distonías focales (tics), espasticidad (presente en pacientes con parálisis cerebral)