Es una técnica de tatuaje sobre la piel de la mama reconstruida que pretende recrear la forma y el color del complejo areola pezón previo a la extirpación por cáncer de mama.
Técnicamente es un tatuaje con algunas consideraciones, en primer lugar se trata de un procedimiento más delicado porque se realiza generalmente sobre una cicatriz, con un implante protésico debajo del tejido reconstruido, y que además pretende crear un efecto tridimensional para realzar el pezón.
La micropigmentación de la areola y pezón no sólo se aplica para reconstrucción mamaria oncológica, también está indicada en el tratamiento de cicatrices secundarias a otros tratamientos como aumento mamario por vía areolar (transareolar, intrareolar o periareolar), reducción mamaria con cambios de pigmentación del borde de la areola, o asimetrías de tamaño y forma que pueden ocurrir tras este tipo de cirugías.
La reconstrucción de la areola puede realizarse por diferentes técnicas, una de las más habituales consiste en colocar un injerto de piel procedente de otra zona del cuerpo más pigmentada como por ejemplo la zona inguinal, crural, o cara interna superior del muslo. Esta piel más oscura se injerta sobre el pecho y recrea la forma y color de la areola, esta técnica tiene el inconveniente de que con el paso del tiempo se va retrayendo y se torna más clara.
El pezón generalmente se reconstruye mediante una pequeña plastia dérmica, movilizando una pequeña porción de piel y grasa que recrea un “botón” sobreelevado simulando el pezón natural, estas técnicas suelen aplanarse con el paso del tiempo, según el grosor de la dermis de cada paciente.
La alternativa más cómoda a estas técnicas quirúrgicas es la micropigmentación. Se puede crear un efecto óptico tridimensional de pezón combinando pigmentos, y dar la forma deseada a la areola con el color más idóneo.
La micropigmentación es un procedimiento cómodo para la paciente, es indolora, y permite ajustar perfectamente el color y la forma de la areola y el pezón. No conlleva más cicatrices, y el efecto es permanente (puede requerir algún retoque a lo largo de los años).
La micropigmentación permite también camuflar cicatrices inestéticas en otras zonas del cuerpo, disimular defectos de pigmentación (como el vitíligo), mejorar el aspecto de algunas lesiones (secuelas de quemaduras, cicatrices alopécicas, etc).
Esta técnica es otro elemento más a considerar en las técnicas de reconstrucción de la areola y pezón, por su comodidad, efectividad, menor coste económico y lo mejor: sin pasar por el quirófano.