Tras sufrir una mastectomía por un cáncer de mama, la mujer puede sentirse muy afectada primero por haber superado una grave enfermedad y en segundo lugar estigmatizada por tener una cicatriz en lugar de su pecho.
La reconstrucción mamaria permite recobrar a la paciente su contorno anatómico perdido, también le supone un estímulo para volver a hacer las mismas actividades, vestir de la misma forma y en definitiva normalizar su vida como la disfrutaba antes de sufrir ese diagnóstico de cáncer.