El objetivo de la intervención de aumento mamario, mamoplastia de aumento o aumento de pecho, no sólo consigue aumentar el volumen del pecho, también armoniza la forma y proyección del pecho para mejorar su aspecto estético.
Mucho se habla sobre el mejor resultado de uno u otro tipo de prótesis mamaria, si quedan mejor las prótesis anatómicas o las prótesis redondas, si el resultado más natural es el que se consigue con grasa propia, pero la realidad es que no hay verdades absolutas.
El aumento de pecho es una cirugía especialmente “a medida”, existen protocolos y principios básicos que todo buen cirujano plástico practica: examen cuidadoso de cada paciente, historia clínica detallada, entrevista clínica escuchando los deseos de cada paciente, entre otras. Todos y cada uno de los pasos imprescindibles influyen en el buen resultado de una intervención de aumento de pecho.
Ambos tipos de implantes quedan perfectos, sólo tenemos que saber elegir el adecuado para cada paciente. Hay pacientes que, por la forma de su glándula mamaria, la densidad del pecho, la calidad de su piel, la forma de la areola, la complexión anatómica, sus requerimientos físicos, y otras muchas condiciones, necesitan uno u otro tipo de implante para conseguir lo que esa paciente en concreto busca conseguir.
La prótesis anatómicas pueden rotarse tras la intervención, efectivamente pueden rotar, para evitarlo es necesario realizar una técnica quirúrgica meticulosamente exacta. Otra causa de rotación: movimientos inadecuados en el postoperatorio inmediato o ejercicio físico repetido o intenso.
Las prótesis mamarias anatómicas son más recientes que las prótesis mamarias redondas, se han creado como solución de aumento de pecho en las pacientes que apenas tienen mínima proyección mamaria o cuando el polo inferior mamario es netamente corto. Su implantación requiere experiencia quirúrgica y realizar el bolsillo para colocar implante muy preciso, sin holgura, para que el implante quede “como un guante” dentro de su espacio.
La tecnología y los avances en implantes mamarios nos aportan una mejora para prevenir esta rotación de los implantes. Las prótesis anatómicas con fijación, permiten sujetar el implante con suturas: prometedor avance.
La calidad de los implantes y sus mejoras de fabricación hacen que las recomendaciones obligatorias de cambiar los implantes en plazos de tiempo concretos vayan quedando obsoletas. Hace unas décadas, cuando los implantes estaban fabricados de silicona líquida la recomendación era cambiarlos antes de 10 años, porque existía el riesgo de rotura con la complicación de salida de la silicona y posible diseminación por el tejido circundante.
Actualmente la cobertura de los implantes (Tripe capa) y la cohesividad de su gel les confieren una alta seguridad y larga duración, de varias décadas posiblemente, aunque no podemos afirmar que vayan a durar “toda la vida”. La esperanza de vida es muy larga y no existen (no llevan tanto tiempo en el mercado) estudios de cohortes que certifiquen un seguimiento tan largo como 50 ó 60 años.
El cirujano plástico en ocasiones puede sentirse “presionado” cuando alguna paciente le exige utilizar un tipo muy concreto de implante porque “ha leído” o “su amiga le ha dicho” que este o el otro implante es el mejor. Sugerir es diferente de imponer.
Algunas pacientes pueden tener unas expectativas poco realistas ante una intervención quirúrgica mamaria, puede ser el caso de una paciente que quiere aumentar el volumen de su pecho, y que en realidad necesite otra intervención, como una mastopexia con aumento, por ejemplo, que es otra intervención con diferente cicatriz, entre otras condiciones.
El buen cirujano plástico ejerce su práctica con independencia de exigencias o imposiciones, aplica su criterio basado por supuesto en evidencias médicas, experiencia clínica y ética profesional, aunque esto pueda suponer contrariar al paciente.
La inmensa mayoría de las pacientes agradecen la honestidad del cirujano y también el cirujano antes que médico es persona y fomentar un buen clima de comunicación en la consulta forma parte de su buen hacer.
Si te planteas hacer una cirugía de aumento de pecho es importante que busques el consejo de un buen cirujano plástico y abiertamente expongas tus dudas, comunicar y aceptar las recomendaciones. En la Clínica de la Dra. Elvira Elena Sorando (Cirugía Estética Salamanca), podemos ayudarte.